martes, 26 de mayo de 2020

LAS FLORES NEGRAS

Había una vez un lugar apartado del mundo donde crecían hermosas flores de colores brillantes. Cuando corrió la voz de su existencia, gentes de todos los lugares iban aquel lugar a llevarse las flores.


En ese lugar también vivían unas minúsculas hadas que sacaban su magia de esas flores. Sin ellas, no solo perderían su magia, sino que también morirían.


Las flores negras
-Tenemos que hacer algo, amigas -dijo una de las hadas.

-Propongo llamar a la Bruja Negra -dijo otra-. Ella sabrá qué hacer.

La Bruja Negra acudió a la llamada de las hadas. No es que fueran amigas, simplemente tenían un interés común: alejar a los extraños que amenazan su hogar.

Tras examinar la situación, la Bruja Negra dijo:

-Lanzaré un hechizo para que las flores se vuelvan negras cuando se acerque cualquier criatura que no sea un hada -dijo la Bruja Negra.

-Pero, entonces, ¡se estropearán! -dijo una de las hadas.

-No, no, de eso nada -dijo la Bruja Negra-. Las flores volverán a tener su color en cuanto los extraños se alejen.

-¿Y si alguien descubre la rareza de las flores negras y les gustan? -preguntó otra hada.

-A nadie le gustarán las flores negras, porque apestarán a pies -dijo la Bruja Negra-. Dudo que el olor a pies agrade a nadie.

-Pero atraerá a los ogros y a los trolls que viven al otro lado de la colina -dijo otra hada.

-Eso solo si hay algún extraño cerca -dijo la Bruja Negra-. En ese caso, los trolls se ocuparán de espantarlos y, en cuanto las flores recuperen su color, estaréis de nuevo a salvo.
-Gracias, Bruja Negra -dijeron las hadas-. Eres muy generosa. Gracias por tu ayuda.
-De nada, amigas -dijo la Bruja Negra-. Tal vez algún día yo también necesite algo de ustedes. -Y estaremos ahí para ayudarte -dijeron las hadas.
Desde entonces nadie ha vuelto a visitar aquel lugar apartado y la belleza sigue oculta tras el olor a pies de las flores que se oscurecen y los terribles ogros y trolls que acuden al hedor y asustan a cualquiera que se atreva a acercarse.

FIN. 

domingo, 10 de mayo de 2020

El pingüino y el canguro

Había una vez un canguro que era un auténtico campeón de las carreras, pero al que el éxito había vuelto vanidoso, burlón y antipático. La principal víctima de sus burlas era un pequeño pingüino, al que su andar lento y torpón impedía siquiera acabar las carreras.

Un día el zorro, el encargado de organizarlas, publicó en todas partes que su favorito para la siguiente carrera era el pobre pingüino. Todos pensaban que era una broma, pero aun así el vanidoso canguro se enfadó muchísimo, y sus burlas contra el pingüino se intensificaron. Este no quería participar, pero era costumbre que todos lo hicieran, así que el día de la carrera se unió al grupo que siguió al zorro hasta el lugar de inicio. El zorro los guió montaña arriba durante un buen rato, siempre con las mofas sobre el pingüino, sobre que si bajaría rondando o resbalando sobre su barriga...
Cuento infantil sobre humildad



Pero cuando llegaron a la cima, todos callaron. La cima de la montaña era un cráter que había rellenado un gran lago. Entonces el zorro dio la señal de salida diciendo: "La carrera es cruzar hasta el otro lado". El pingüino, emocionado, corrió torpemente a la orilla, pero una vez en el agua, su velocidad era insuperable, y ganó con una gran diferencia, mientras el canguro apenas consiguió llegar a la otra orilla, lloroso, humillado y medio ahogado. Y aunque parecía que el pingüino le esperaba para devolverle las burlas, este había aprendido de su sufrimiento, y en lugar de devolvérselas, se ofreció a enseñarle a nadar.
Aquel día todos se divirtieron de lo lindo jugando en el lago. Pero el que más lo hizo fue el zorro, que con su ingenio había conseguido bajarle los humos al vanidoso canguro

FELIZ DIA MAMITAS

M de maravillosa, A de amor, D de dedicación, R de responsabilidad, E de especial; feliz día a todas las madres. ¡Felicidades!❤️

domingo, 3 de mayo de 2020

LA PRINCESA DE FUEGO

Un cuento de amor

Hubo una vez una princesa increíblemente rica, bella y sabia. Cansada de pretendientes falsos que se acercaban a ella para conseguir sus riquezas, hizo publicar que se casaría con quien le llevase el regalo más valioso, tierno y sincero a la vez. El palacio se llenó de flores y regalos de todos los tipos y colores, de cartas de amor incomparables y de poetas enamorados. Y entre todos aquellos regalos magníficos, descubrió una piedra; una simple y sucia piedra. Intrigada, hizo llamar a quien se la había regalado. A pesar de su curiosidad, mostró estar muy ofendida cuando apareció el joven, y este se explicó diciendo:
- Esa piedra representa lo más valioso que os puedo regalar, princesa: es mi corazón. Y también es sincera, porque aún no es vuestro y es duro como una piedra. Sólo cuando se llene de amor se ablandará y será más tierno que ningún otro.
El joven se marchó tranquilamente, dejando a la princesa sorprendida y atrapada. Quedó tan enamorada que llevaba consigo la piedra a todas partes, y durante meses llenó al joven de regalos y atenciones, pero su corazón seguía siendo duro como la piedra en sus manos. Desanimada, terminó por arrojar la piedra al fuego; al momento vio cómo se deshacía la arena, y de aquella piedra tosca surgía una bella figura de oro. Entonces comprendió que ella misma tendría que ser como el fuego, y transformar cuanto tocaba separando lo inútil de lo importante.
Durante los meses siguientes, la princesa se propuso cambiar en el reino, y como con la piedra, dedicó su vida, su sabiduría y sus riquezas a separar lo inútil de lo importante. Acabó con el lujo, las joyas y los excesos, y las gentes del país tuvieron comida y libros. Cuantos trataban con la princesa salían encantados por su carácter y cercanía, y su sola prensencia transmitía tal calor humano y pasión por cuanto hacía, que comenzaron a llamarla cariñosamente "La princesa de fuego".
Y como con la piedra, su fuego deshizo la dura corteza del corazón del joven, que tal y como había prometido, resultó ser tan tierno y justo que hizo feliz a la princesa hasta el fin de sus días.